El mosaico es una técnica artística muy antigua. Los primeros mosaicos se remontan generalmente a finales del tercer milenio a.C., pero es solamente en el curso del primer milenio a.C. cuando esta técnica adquiere un sentido estético. En un primer período, los mosaicos están enriquecidos de imágenes geométricas y, a partir del siglo IV a.C., se introducen representaciones figuradas, como escenas de caza o imágenes mitológicas. También durante el siglo IV a.C. se utiliza la técnica del mosaico por excelencia: las teselas de mosaico “opus tessellatum”, empleadas inmediatamente como pavimento.
En el período imperial romano se desarrollan adicionalmente el empleo del mosaico, patrones geométricos y paneles de mosaico que adornan entornos importantes y de representación. Comienzan a verse, también, piezas de tamaño milimétrico, con un tipo de técnica que se suele llamar “opus vermiculatum”, y se empieza a utilizar el mosaico como revestimiento de paredes, que se difunde, sobre todo, a partir del primer siglo d.C. El empleo de los esmaltes se incrementa, también porque los esmaltes interaccionan con la luz con resultados de efectos sorprendentes.
A principios del siglo XX, el empleo del mosaico para revestimientos y suelos se fortalece gracias a famosos arquitectos y artistas que incrementan su importancia. Basta con pensar en Gaudí y la Sagrada Familia. De hecho, en Barcelona, Gaudí propone nuevas soluciones utilizando la antigua técnica del mosaico de azulejos a través del empleo de los llamados trecandís.
Pero es sobre todo en Italia, en la década de 1930, donde el mosaico inicia su consagración completa gracias a dos artistas que han dado forma a la historia de este material: los maestros Severini y Sironi.
Hoy en día, el mosaico es ampliamente utilizado como un elemento decorativo de nuestras casas, donde la elegancia y el encanto se mezclan hasta tal punto que, si los artistas de antaño no pueden definirse todavía como superados, pueden considerarse ya secundarios. La producción de antiguos mosaicos con técnicas modernas asegura el efecto decorativo perfecto a corto plazo y con garantía de resistencia y solidez. Las continuas sinergias entre artesanos, diseñadores y la industria cerámica significan que el mosaico siempre está descubriendo nuevos ámbitos y superficies de empleo. En nuestros días, gracias a las óptimas producciones industriales de este material, se halla arte, y este producto vive una nueva y atractiva juventud nunca conocida antes que, gracias a la facilidad de acoplamiento con diferentes materiales como madera, metal, mármol, porcelana, vidrio y cerámica, puede satisfacer todas las exigencias proyectivas de los nuevos edificios, casas y ambientes, proporcionando calidez en la bienvenida a nuestro regreso a casa y dándonos la oportunidad de personalizarlo con gusto y estilo personal.
Las colecciones Línea Italia seleccionadas por Future Euro Trade quieren conjuntar el atractivo de una técnica milenaria con los métodos productivos de hoy para hacer disponible y accesible a todos los amantes de este material su empleo en las realizaciones de paredes decorativas de diversas áreas de nuestras casas, ofreciendo la posibilidad de la máxima personalización. Todas las selecciones de nuestros mosaicos son piezas únicas nacidas para proyectos y elaboraciones exclusivas, reforzadas por continuas investigaciones y una pasión sin límites.